¿Qué es la hiperpirexia?
La hiperpirexia puede ocurrir debido a varios factores subyacentes:
1. Enfermedades infecciosas: Ciertas infecciones, como las infecciones bacterianas o virales graves, pueden provocar un rápido aumento de la temperatura corporal. Los ejemplos incluyen insolación, sepsis, meningitis, malaria y fiebre tifoidea.
2. Exposición ambiental: La exposición prolongada a ambientes extremadamente calurosos o la actividad física intensa a altas temperaturas pueden provocar enfermedades relacionadas con el calor, incluida la hiperpirexia.
3. Trastornos neurológicos: Las condiciones que afectan el centro de regulación de la temperatura del cerebro (hipotálamo) pueden provocar hiperpirexia. Estos pueden incluir ciertos tipos de encefalitis, tumores cerebrales y accidentes cerebrovasculares.
4. Inducido por fármacos: Algunos medicamentos, incluidos ciertos antibióticos y anestésicos, pueden provocar un aumento de la temperatura corporal como efecto secundario.
5. Problemas de tiroides: El hipertiroidismo, una afección caracterizada por una glándula tiroides hiperactiva, puede provocar temperaturas corporales elevadas.
6. Problemas suprarrenales: Un mal funcionamiento de las glándulas suprarrenales, responsables de regular la respuesta del cuerpo al estrés, puede provocar una desregulación de la temperatura.
7. Malignidades: En casos raros, la hiperpirexia se ha asociado con ciertos cánceres, especialmente linfomas y leucemias.
La hiperpirexia puede tener varios síntomas, que incluyen:
- Fiebre extremadamente alta
- Pulso rápido y respiración superficial.
- Deshidratación
- Confusión y desorientación.
- Alucinaciones
- Náuseas y vómitos
- Convulsiones
- Pérdida del conocimiento
Si tiene fiebre alta, especialmente por encima de 40 grados Celsius (104 grados Fahrenheit), u observa síntomas de hiperpirexia en usted o en otra persona, busque atención médica inmediata. El tratamiento generalmente implica abordar la causa subyacente y puede incluir medicamentos para reducir la fiebre, medidas de enfriamiento, líquidos intravenosos y control de los signos vitales.
Un control adecuado de la temperatura corporal, especialmente durante el clima cálido o cuando se padecen determinadas enfermedades, es fundamental para prevenir la hiperpirexia. Mantenerse hidratado y tomar precauciones contra las enfermedades relacionadas con el calor también puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar esta afección.