Razones por las que es posible que su tos no mejore
- alergias, asma, bronquitis crónica, enfisema, insuficiencia cardíaca, ERGE, goteo posnasal, sinusitis, etc.
2. Fumar o exposición al humo de segunda mano
- irrita las vías respiratorias y puede provocar inflamación, dificultando la eliminación de mocos y flemas.
3. No beber suficientes líquidos
- Los líquidos ayudan a aflojar la mucosidad y a mantener la garganta lubricada, lo que facilita la expectoración de la flema.
4. Usar el medicamento para la tos incorrecto
- algunos medicamentos para la tos pueden suprimir el reflejo de la tos, lo que dificulta la eliminación de la mucosidad y la flema. Otros pueden causar efectos secundarios que empeoran la tos.
5. No descansar lo suficiente
- El descanso es fundamental para que el cuerpo se recupere. Cuando está cansado, su sistema inmunológico se debilita y es más probable que desarrolle una tos que dure más.
6. Mala calidad del aire
- los contaminantes presentes en el aire pueden irritar las vías respiratorias y provocar inflamación, lo que dificulta la eliminación de la mucosidad y la flema.
7. Estrés
- el estrés puede empeorar la tos al hacer que los músculos de la garganta y el pecho se tensen, lo que dificulta la respiración y la eliminación de la mucosidad.
8. Ciertos medicamentos
- Los inhibidores de la ECA, los betabloqueantes, los bloqueadores de los canales de calcio, etc. pueden provocar tos como efecto secundario.
9. Tos habitual
- algunas personas desarrollan el hábito de toser incluso después de que se haya resuelto la causa subyacente de la tos.
10. Ignorar los síntomas
- es importante consultar a su médico si su tos no mejora después de 2 semanas o si se acompaña de otros síntomas como fiebre, dolor en el pecho, dificultad para respirar o sangre en el esputo.