¿Qué sucede con los niveles sanguíneos de oxígeno y dióxido de carbono durante el asma?
Niveles de oxígeno: Durante un ataque de asma, los niveles de oxígeno en la sangre pueden disminuir. Esto se debe a que las vías respiratorias inflamadas y estrechas dificultan que el oxígeno llegue a los pulmones y sea absorbido por el torrente sanguíneo. Como resultado, es posible que el cuerpo no reciba suficiente oxígeno, lo que puede provocar síntomas como dificultad para respirar, sibilancias y opresión en el pecho.
Niveles de dióxido de carbono: Durante un ataque de asma, los niveles de dióxido de carbono en la sangre pueden aumentar. Esto se debe a que las vías respiratorias inflamadas y estrechas dificultan la exhalación del dióxido de carbono de los pulmones. Como resultado, el dióxido de carbono puede acumularse en el torrente sanguíneo, lo que puede provocar síntomas como confusión, somnolencia y dolores de cabeza.
En casos graves, los niveles bajos de oxígeno y los niveles altos de dióxido de carbono pueden poner en peligro la vida y requerir atención médica inmediata.