¿Cuál es la diferencia entre una transfusión de sangre regular o recibir plasma?
Plasma , por otro lado, es el componente líquido de la sangre que constituye aproximadamente el 55% de su volumen. Contiene diversas proteínas, electrolitos, hormonas y otras sustancias esenciales para mantener el equilibrio de líquidos, transportar nutrientes y productos de desecho y apoyar la función inmunológica.
En algunos casos, una persona puede recibir una transfusión de plasma en lugar de una transfusión de sangre completa. Las transfusiones de plasma se utilizan principalmente para reemplazar factores de coagulación faltantes o deficientes en personas con trastornos hemorrágicos, como hemofilia o enfermedad de von Willebrand. También se puede administrar plasma para tratar deficiencias inmunitarias o para brindar apoyo temporal a pacientes críticamente enfermos con quemaduras graves, traumatismos o sepsis.
Estas son las diferencias clave entre una transfusión de sangre regular y recibir plasma:
1. Componentes transfundidos :Una transfusión de sangre regular implica la transfusión de sangre completa o componentes sanguíneos específicos como glóbulos rojos, plaquetas o plasma, según las necesidades del paciente. La transfusión de plasma implica específicamente transfundir sólo el componente plasmático de la sangre.
2. Finalidad :Las transfusiones de sangre periódicas se utilizan para tratar diversas afecciones, como anemia, pérdida de sangre o ciertos trastornos sanguíneos. Las transfusiones de plasma se utilizan principalmente para reemplazar factores de coagulación faltantes en trastornos hemorrágicos o para brindar apoyo en enfermedades críticas donde el equilibrio de líquidos y proteínas es crucial.
3. Grupos de pacientes :Las transfusiones de sangre regulares se administran comúnmente a pacientes con afecciones que afectan los glóbulos rojos (anemia), las plaquetas (trombocitopenia) o el volumen sanguíneo general (hipovolemia). Las transfusiones de plasma se utilizan principalmente en personas con trastornos hemorrágicos o determinadas deficiencias inmunitarias.
4. Frecuencia y duración :Las transfusiones de sangre regulares se pueden administrar una o varias veces, según la condición del paciente y la necesidad de componentes sanguíneos específicos. Las transfusiones de plasma generalmente se administran como infusiones únicas o de corto plazo, según sea necesario, según el estado de coagulación o los requisitos de líquidos del paciente.
5. Riesgos y consideraciones :Tanto las transfusiones de sangre regulares como las transfusiones de plasma conllevan ciertos riesgos, como infecciones relacionadas con las transfusiones, reacciones alérgicas o sobrecarga de líquidos. Las decisiones sobre transfusiones deben ser tomadas por un profesional médico calificado en función de las circunstancias y necesidades individuales del paciente.
Es importante tener en cuenta que el tipo específico de terapia de transfusión recomendada para un paciente en particular depende de su afección médica subyacente, y los proveedores de atención médica evalúan cuidadosamente estos factores para determinar el enfoque de tratamiento más adecuado.