¿Qué significa que se redujeron las fracturas?
La reducción se puede lograr mediante varios métodos, según el tipo y la ubicación de la fractura. La reducción cerrada implica manipular los fragmentos de hueso roto para devolverlos a su posición adecuada sin realizar ninguna incisión quirúrgica. A menudo, un profesional de la salud lo hace manualmente, a veces con la ayuda de técnicas de imagen como rayos X o fluoroscopia para garantizar una alineación precisa.
En ciertos casos, como fracturas complejas o cuando la reducción cerrada no es factible, puede ser necesaria la reducción quirúrgica. Esto implica realizar incisiones quirúrgicas para visualizar y alinear directamente los fragmentos óseos. Se pueden usar dispositivos de fijación interna como tornillos, placas o varillas para mantener los huesos en su lugar después de la reducción, promoviendo la estabilidad y la curación adecuada.
Después de la reducción, una inmovilización adecuada es esencial para mantener la alineación de los fragmentos óseos y permitir la curación. Esto se puede lograr mediante yeso, ferulización o, a veces, fijación quirúrgica. La reducción e inmovilización adecuadas son cruciales para garantizar una curación y unos resultados funcionales óptimos después de una fractura.