¿Cuáles son ejemplos de tratamiento activo para fracturas traumáticas?

Ejemplos de tratamiento activo para fracturas traumáticas incluyen:

- Reducción cerrada: Este es un procedimiento no quirúrgico en el que los fragmentos de hueso se realinean manualmente en su posición adecuada. Puede realizarse con o sin el uso de anestesia.

- Reducción abierta: Este es un procedimiento quirúrgico en el que los fragmentos de hueso se exponen quirúrgicamente y luego se realinean en su posición adecuada. Puede ser necesario en casos en los que la fractura sea compleja o la reducción cerrada no haya tenido éxito.

- Fijación interna: Este es un procedimiento quirúrgico en el que los fragmentos de hueso se mantienen en su lugar con tornillos, placas o varillas de metal. Esto puede ser necesario en los casos en que la fractura sea inestable o exista riesgo de desplazamiento.

- Fijación externa: Este es un procedimiento quirúrgico en el que los fragmentos óseos se mantienen en su lugar con un dispositivo externo que se adhiere a la piel. Esto puede ser necesario en los casos en que la fractura sea compleja o exista riesgo de infección.

- Injerto óseo: Este es un procedimiento quirúrgico en el que se utiliza tejido óseo de otra parte del cuerpo (generalmente la cadera) para rellenar un defecto o espacio en el hueso fracturado. Esto puede ser necesario en los casos en que la fractura sea grave o haya pérdida de tejido óseo.