No, crujirse los dedos de las manos y de los pies no tiene ningún beneficio comprobado. Si bien algunas personas pueden creer que alivia la tensión, alivia las molestias o mejora la flexibilidad, no existe evidencia científica que respalde estas afirmaciones. De hecho, el crujido excesivo o contundente puede provocar daños en los ligamentos y tejidos que rodean las articulaciones. Además, puede provocar inflamación, dolor y movilidad reducida.