¿Qué hace el RAS en el cerebro?
Excitación: El RAS es responsable de mantener un nivel óptimo de actividad cerebral y excitación. Recibe información sensorial del entorno y envía señales a varias regiones del cerebro, incluida la corteza cerebral, para alertar al cerebro y prepararlo para responder a los estímulos.
Atención: El RAS desempeña un papel en la atención selectiva, ayudándonos a centrarnos en estímulos relevantes ignorando las distracciones. Filtra la información sensorial y mejora la prominencia de estímulos importantes, permitiéndonos dirigir nuestra atención de manera adecuada.
Ciclos de sueño-vigilia: El RAS participa en la regulación de las transiciones sueño-vigilia. Recibe información del ritmo circadiano, que es nuestro reloj biológico interno, y modula la actividad de otras regiones del cerebro para promover la vigilia durante el día y el sueño durante la noche.
Respuesta a estímulos novedosos: El RAS participa en la detección de estímulos novedosos e inesperados. Desencadena una respuesta de orientación, que implica girar la cabeza y los ojos hacia la fuente del estímulo, y nos permite investigar y explorar el entorno.
Control de motores: El RAS también contribuye al control motor integrando información sensorial y coordinando respuestas. Ayuda a mantener el tono muscular y la postura, e interviene en el inicio y regulación de los movimientos voluntarios.
El RAS es un componente crucial del cerebro que desempeña un papel central en nuestra capacidad para percibir, procesar y responder a estímulos ambientales. La disfunción del RAS puede provocar diversas afecciones neurológicas y psiquiátricas, como coma, trastornos del sueño y déficit de atención.