Cuando comes o bebes algo muy frío, el paladar y la parte posterior de la garganta se enfrían mucho muy rápidamente. Esto hace que los vasos sanguíneos en estas áreas se contraigan. Cuando los vasos sanguíneos se contraen, se vuelven más estrechos, lo que reduce la cantidad de sangre que puede fluir a través de ellos. Esto puede provocar dolor de cabeza o congelación del cerebro.
La congelación cerebral suele ser una afección inofensiva que desaparece por sí sola después de unos minutos. Sin embargo, si experimenta un congelamiento cerebral con frecuencia, es posible que desee hablar con su médico.