Tragar aire es una parte cotidiana de la vida. Si no eructa, el gas se quedará en el estómago o en la parte superior del intestino y provocará hinchazón y malestar. Si el gas no se expulsa mediante los eructos, puede provocar hinchazón, calambres estomacales o expulsión de gases. En algunos casos, las personas que no eructan también pueden experimentar indigestión, acidez de estómago y náuseas.