¿El metal a 130 grados provocará quemaduras en la piel?
Según la Asociación Estadounidense de Quemaduras, la piel puede sufrir quemaduras de primer grado a temperaturas tan bajas como 120 grados Fahrenheit (48,9 grados Celsius) después de sólo unos segundos de contacto. Las quemaduras de primer grado se caracterizan por enrojecimiento, dolor e hinchazón leve.
Sin embargo, el metal a 130 grados está muy por encima de este umbral y puede provocar quemaduras de segundo grado más graves. Estas quemaduras afectan capas más profundas de la piel y pueden provocar ampollas, dolor intenso y decoloración de la piel. En algunos casos, las quemaduras de segundo grado pueden requerir atención médica para prevenir infecciones y cicatrices.
Por estos motivos, es fundamental tener precaución al manipular objetos metálicos calientes y utilizar guantes o herramientas protectoras para evitar el contacto directo con la piel. Si la piel entra en contacto con metal a 130 grados, es importante dejar correr inmediatamente agua fría sobre el área afectada y buscar atención médica si es necesario.