El gasto cardíaco suele medirse en litros por minuto y se refiere a la cantidad de sangre bombeada por el corazón en un tiempo determinado. Aunque la función cardíaca no se puede medir en un 100 por ciento posible, se puede medir como una fracción del gasto cardíaco máximo. Una función cardíaca normal se sitúa entre el 55% y el 70% del máximo.