En general, la hinchazón o el edema después de la colocación de un stent cardíaco deberían reducirse o resolverse significativamente en unas pocas semanas o unos meses. El plazo para una resolución completa puede variar según las tasas de curación individuales y la atención posterior al procedimiento. Sin embargo, si la hinchazón persiste durante seis meses o más, es recomendable consultar con su médico para evaluar la causa y considerar cualquier intervención necesaria o evaluación adicional.