Un cuerpo ahogado normalmente flotará después de tres o cuatro días. Esto se debe a que el cuerpo sufre un proceso llamado descomposición, que hace que se acumulen gases en el cuerpo y lo haga menos denso que el agua. El tiempo que tarda un cuerpo en flotar puede variar dependiendo de varios factores, como la temperatura del agua, la causa de la muerte y el peso y el contenido de grasa corporal del cuerpo.