Existe cierta evidencia que sugiere que nadar mientras se tiene un resfriado no lo empeora y, de hecho, puede ayudar a mejorar el alivio de los síntomas. Un estudio encontró que nadar en agua tibia (33°C) durante 30 minutos reducía la gravedad de los síntomas del resfriado, incluida la congestión nasal, el dolor de garganta y la tos, además de mejorar el estado de ánimo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que si tiene fiebre o cualquier otro síntoma grave de resfriado, es mejor evitar nadar y consultar a un médico.