¿Cómo se trató la gripe de 1918?
1. Reposo en cama:Se recomendó a los pacientes que descansaran en cama para conservar su energía y promover la recuperación.
2. Líquidos y nutrición:una hidratación adecuada era esencial y se animaba a los pacientes a beber muchos líquidos, como agua, caldo y jugos de frutas. También se recomendó una dieta nutritiva para apoyar el sistema inmunológico del cuerpo.
3. Aspirina:La aspirina se usaba comúnmente para reducir la fiebre y los dolores asociados con la gripe. Sin embargo, no estaba exento de riesgos, especialmente cuando se toma en dosis altas.
4. Opiáceos:En casos graves, a veces se utilizaban opiáceos, como la morfina, para aliviar el dolor y el malestar.
5. Oxigenoterapia:Para los pacientes con dificultad respiratoria grave, se proporcionó oxigenoterapia utilizando las primeras formas de tanques de oxígeno o máscaras.
6. Remedios caseros y prácticas tradicionales:Se probaron varios remedios tradicionales y brebajes caseros, incluidos tés de hierbas, inhalaciones de vapor, cataplasmas y medicinas populares, aunque su eficacia a menudo era cuestionable.
7. Atención de apoyo:las enfermeras desempeñaron un papel crucial al brindar atención de apoyo a los pacientes, monitorear su condición, administrar medicamentos y brindar apoyo emocional durante este momento difícil.
Es importante señalar que la comprensión médica y el tratamiento de las enfermedades infecciosas eran limitados a principios del siglo XX en comparación con las intervenciones y el conocimiento médicos avanzados de hoy. La falta de vacunas y medicamentos antivirales eficaces dificultó el control de la propagación de la gripe de 1918 y se perdieron millones de vidas en todo el mundo.