Es muy normal sentirse débil después de tener gripe. La gripe es una infección viral del sistema respiratorio que puede causar fiebre, escalofríos, dolores musculares, fatiga, dolor de garganta, secreción nasal y congestión. Estos síntomas pueden hacerte sentir extremadamente cansado y débil. En algunos casos, la gripe también puede provocar complicaciones como neumonía, bronquitis y sinusitis, que pueden empeorar aún más la fatiga y la debilidad. Además, la gripe también puede provocar deshidratación, lo que también puede contribuir a la sensación de debilidad. Es importante descansar y mantenerse hidratado después de tener gripe para ayudar a su cuerpo a recuperarse y recuperar sus fuerzas.