El tiempo que lleva recuperarse de la gripe y la debilidad asociada puede variar de persona a persona. En general, la mayoría de las personas empiezan a sentirse mejor después de 2 a 4 días. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar síntomas durante hasta una semana o más y la debilidad puede persistir durante varias semanas. Las personas con problemas de salud subyacentes o sistemas inmunológicos comprometidos también pueden tardar más en recuperarse por completo. Es importante descansar, mantenerse hidratado y consultar con un médico si los síntomas persisten o empeoran.