Los adultos con síndrome de Down pueden experimentar dificultades para comprender las señales y normas sociales, incluidas las relacionadas con el coqueteo y los límites personales. Sin embargo, es importante reconocer que las personas con síndrome de Down son tan diversas como cualquier otro grupo de población y que sus experiencias y comportamientos pueden variar ampliamente. Algunos adultos con síndrome de Down pueden tener dificultades para interpretar con precisión las interacciones sociales, como confundir un comportamiento amistoso con coqueteo, mientras que otros pueden no tener dificultades a este respecto.
Como ocurre con cualquier individuo, es fundamental tratar a las personas con síndrome de Down con respeto y consideración y comunicarse de manera clara y abierta. Si hay inquietudes o preguntas sobre cómo interactuar con alguien con síndrome de Down, lo mejor es comunicarse directamente con la persona o buscar orientación de profesionales que tengan experiencia trabajando con personas con síndrome de Down.