La escolarización regular para sordos brinda oportunidades educativas y sociales en las aulas de educación general (entorno escolar inclusivo) sin tener en cuenta los niveles individuales de sordera o el estado auditivo o del habla. La integración de estudiantes sordos se generalizó a partir de las décadas de 1970 y 1980 debido a cambios en la legislación educativa federal y estatal. Hoy en día, la mayoría de los niños sordos participan en algún tipo de “integración” educativa o social. Los estudiantes sordos suelen aprender junto con sus compañeros oyentes. Sin embargo, se pueden emplear servicios especiales e instrucción especializada en escucha o lenguaje hablado o uso del lenguaje de señas americano, junto con el uso de recursos educativos para estudiantes sordos, como sistemas de sonido FM en el aula.