¿Qué puede desencadenar la depresión?

Hay muchos factores que pueden desencadenar la depresión, tanto genéticos como ambientales. Algunos desencadenantes comunes incluyen:

Genética: La depresión puede ser hereditaria. Si tiene un pariente cercano (como un padre o un hermano) que está deprimido, es más probable que usted desarrolle la afección.

Acontecimientos de la vida: Ciertos acontecimientos de la vida, como perder a un ser querido, divorciarse o perder el trabajo, pueden desencadenar depresión. Estos eventos pueden causar un estrés significativo y perturbaciones en nuestras vidas, y pueden hacernos sentir abrumados.

Condiciones médicas: Algunas afecciones médicas, como problemas de tiroides, diabetes y enfermedades cardíacas, pueden aumentar el riesgo de depresión. Estas condiciones pueden causar síntomas físicos que pueden provocar sentimientos de tristeza y fatiga, y también pueden hacer que le resulte más difícil afrontar el estrés.

Abuso de sustancias: El abuso de alcohol o drogas puede empeorar la depresión y hacerla más difícil de tratar. El abuso de sustancias también puede provocar otros problemas, como la pérdida del empleo, problemas de relación y dificultades financieras, que pueden contribuir a la depresión.

Rasgos de personalidad: Las personas que tienen ciertos rasgos de personalidad, como baja autoestima, perfeccionismo o una visión pesimista de la vida, pueden tener más probabilidades de desarrollar depresión. Estos rasgos pueden hacer que sea más difícil afrontar el estrés y la adversidad, y pueden hacer que sea más probable que veamos las cosas de forma negativa.

Factores ambientales: Ciertos factores ambientales, como la pobreza, la discriminación y la violencia, pueden aumentar el riesgo de depresión. Estos factores pueden crear estrés crónico y dificultar el acceso a recursos y apoyo.