¿Por qué la fructosa desaparece de la sangre del paciente diabético a un ritmo normal?
La fructosa no desaparece de la sangre de los pacientes diabéticos a un ritmo normal. De hecho, los pacientes diabéticos suelen tener niveles más altos de fructosa en la sangre que las personas no diabéticas. Esto se debe a que las personas con diabetes tienen una señalización deficiente de la insulina, lo que significa que sus células son menos capaces de absorber glucosa de la sangre. La fructosa se transporta a las células mediante un mecanismo que es independiente de la señalización de la insulina, por lo que aún puede ingresar a las células incluso en pacientes diabéticos. Además, la fructosa se metaboliza más lentamente que la glucosa, por lo que permanece en la sangre durante más tiempo.