¿Qué es una bomba de insulina y cómo se utiliza en el espacio?

Bomba de insulina:

Una bomba de insulina es un dispositivo médico que ayuda a las personas con diabetes a controlar sus niveles de azúcar en sangre administrando insulina directamente en sus cuerpos. Las bombas de insulina son pequeños dispositivos computarizados que se pueden llevar en el cuerpo o en un bolsillo. Están programados para administrar dosis específicas de insulina en momentos específicos del día y también se pueden ajustar para administrar diferentes cantidades de insulina según los niveles de azúcar en sangre de la persona.

Uso en el espacio:

Los astronautas con diabetes han utilizado bombas de insulina en el espacio desde la década de 1970. El primer astronauta que utilizó una bomba de insulina en el espacio fue Charles Bassett, que voló en el transbordador espacial Columbia en 1975. Desde entonces, varios otros astronautas con diabetes han utilizado bombas de insulina en el espacio, incluido Jay Apt, que voló en el transbordador espacial Challenger. en 1985, y Mike Mullane, que voló en el transbordador espacial Columbia en 1990.

Las bombas de insulina son una herramienta importante para los astronautas con diabetes porque les permiten controlar sus niveles de azúcar en sangre en un entorno ingrávido. En la ingravidez, los fluidos del cuerpo se desplazan, lo que puede afectar la forma en que se absorbe y utiliza la insulina. Esto puede dificultar que los astronautas controlen sus niveles de azúcar en sangre y puede ser peligroso si sus niveles de azúcar en sangre suben o bajan demasiado.

Las bombas de insulina ayudan a los astronautas a superar estos desafíos al administrar insulina directamente en sus cuerpos. Esto les permite mantener niveles estables de azúcar en sangre, lo cual es esencial para su salud y seguridad durante las misiones espaciales.

Desafíos:

Hay una serie de desafíos asociados con el uso de bombas de insulina en el espacio. Un desafío es la necesidad de mantener fría la bomba de insulina. La insulina es una proteína y puede descomponerse si se expone al calor. Para evitar esto, las bombas de insulina generalmente se almacenan en un refrigerador o congelador en la nave espacial.

Otro desafío es la necesidad de administrar insulina con precisión. La cantidad de insulina que una persona necesita puede variar de un día a otro y es importante obtener la dosis correcta. Para garantizar la precisión, las bombas de insulina generalmente se calibran antes de cada uso y también se pueden programar para administrar diferentes cantidades de insulina según los niveles de azúcar en sangre de la persona.

Por último, existe el riesgo de infección. Cuando se inserta una bomba de insulina en la piel, existe el riesgo de que entren bacterias en el cuerpo. Para reducir este riesgo, el lugar de inserción de la bomba debe limpiarse y desinfectarse antes y después de cada uso.