¿Qué alimentos debes evitar si sufres de indigestión ácida?
- Alimentos grasos y fritos: Los alimentos ricos en grasas, como los fritos, los cortes grasos de carne y los productos lácteos, pueden ralentizar la digestión y relajar el esfínter esofágico inferior (EEI), la válvula que separa el estómago del esófago, provocando reflujo ácido.
- Alimentos picantes: Los alimentos picantes pueden irritar el revestimiento del esófago y empeorar los síntomas de acidez de estómago e indigestión ácida.
- Alimentos y bebidas ácidas :Los alimentos y bebidas con alta acidez, como frutas y jugos de cítricos, tomates y productos derivados del tomate, vinagre y bebidas carbonatadas, pueden agravar los síntomas del reflujo ácido en muchas personas.
- Cafeína y alcohol: La cafeína puede estimular la producción de ácido estomacal y el alcohol puede relajar el EEI, lo que puede provocar reflujo ácido.
- Chocolate: El chocolate contiene metilxantinas, incluida la cafeína, que pueden relajar el EEI y contribuir al reflujo ácido.
- Ajos y cebollas: Estos vegetales pueden causar irritación y empeorar los síntomas del reflujo ácido en algunas personas.
- Nuevo: Si bien la menta se usa a menudo como remedio para problemas digestivos, en realidad puede relajar el EEI y exacerbar los síntomas en personas con reflujo ácido.
- Zumo de frutas: Los jugos de frutas, especialmente los elaborados con frutas ácidas como la naranja y el pomelo, pueden agravar los síntomas de la indigestión ácida.
- Alimentos ricos en azúcar: Los alimentos azucarados, como los dulces, los refrescos y los postres, pueden promover la producción de ácido y la relajación del EEI, lo que provoca reflujo ácido.
Es importante tener en cuenta que la sensibilidad individual a estos alimentos puede variar. Se recomienda identificar los alimentos desencadenantes llevando un diario de alimentos y anotando cualquier patrón entre sus síntomas y lo que consume. Si experimenta síntomas frecuentes o persistentes de indigestión ácida o ERGE, consulte con un profesional de la salud para un diagnóstico y tratamiento adecuados.