¿Qué puede hacerle la lactosa no digerida a su cuerpo?

La intolerancia a la lactosa ocurre cuando el cuerpo carece de cantidades suficientes de la enzima que digiere la lactosa, el principal carbohidrato que se encuentra en la leche y los productos lácteos. La lactosa intacta pasa al intestino grueso, donde las bacterias intestinales la fermentan, lo que lleva a la producción de gases como metano e hidrógeno. Esta fermentación puede provocar los siguientes signos y síntomas:

- Hinchazón

- Flatulencia

- Diarrea

- Calambres abdominales

- Náuseas

El nivel de estos signos y síntomas puede variar según la cantidad de lactosa que consuma y su sensibilidad individual a ella. En algunas personas, incluso pequeñas cantidades de lactosa pueden causar síntomas, mientras que otras pueden tolerar pequeñas cantidades sin ningún problema.

Si sospecha que es intolerante a la lactosa, hable con su médico o con un dietista registrado para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados. Pueden recomendarle formas de controlar su afección, como limitar o evitar los alimentos que contienen lactosa o usar suplementos de enzima lactasa para mejorar la digestión de la lactosa.