No, el niño no debe comer parte de un recipiente metálico. Los envases metálicos no están destinados al consumo y pueden ser peligrosos si se ingieren. Pueden contener bordes afilados que pueden cortar la boca o la garganta del niño, o pueden contener sustancias tóxicas que pueden envenenar al niño. Si un niño ha comido parte de un recipiente metálico, es importante buscar atención médica de inmediato.