¿Qué era la discapacidad de aprendizaje?
La dislexia, la discalculia, la disgrafía, los trastornos del lenguaje expresivo y receptivo y el trastorno del procesamiento auditivo son algunas de las discapacidades específicas del aprendizaje que pueden afectar a personas de todas las edades y pueden coexistir con otras afecciones, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Los problemas de aprendizaje son persistentes y no son causados principalmente por las capacidades intelectuales del individuo, deficiencias sensoriales o falta de motivación u oportunidad de aprender. Más bien, son el resultado de diferencias neurobiológicas en el funcionamiento del cerebro, especialmente en lo que respecta a cómo procesa la información.
El diagnóstico de problemas de aprendizaje suele implicar una evaluación por parte de profesionales como psicólogos o diagnosticadores educativos para distinguirlos de otros factores que podrían estar influyendo en las dificultades académicas.
Las discapacidades de aprendizaje pueden afectar los logros educativos, sociales y ocupacionales de un individuo si no se brindan las intervenciones y el apoyo adecuados. La identificación temprana, la instrucción especializada, la tecnología de asistencia y las estrategias para aprovechar las fortalezas de una persona y al mismo tiempo adaptarse a sus desafíos pueden ayudar a mitigar los efectos de las discapacidades de aprendizaje.