La prueba Timed-up-and-Go (TUG) es una medida clínica simple, rápida y confiable basada en el desempeño que cuantifica la movilidad al evaluar el tiempo que le toma a un individuo levantarse de un sillón estándar, caminar una distancia corta (generalmente 3 metros), gira, camina hacia atrás y vuelve a sentarte. La prueba TUG incluye actividades comúnmente requeridas en la vida diaria y se ha reconocido que tiene una alta sensibilidad y especificidad como prueba de riesgo de caídas en adultos de 65 años o más que viven en la comunidad y adultos mayores hospitalizados. Aunque originalmente se diseñó como una herramienta para indicar el riesgo de caídas, el TUG también refleja el estado funcional general o el nivel de movilidad independientemente de la edad y las capacidades físicas de una persona.