¿Por qué un médico recomendaría lavarse las manos para ayudar a prevenir la propagación de enfermedades transmisibles?
Cuando alguien está infectado con una enfermedad transmisible, puede eliminar el agente infeccioso (como bacterias o virus) en las gotitas respiratorias (cuando tose o estornuda), saliva, sangre u otros fluidos corporales. Si estas gotas o fluidos infectados caen sobre superficies u objetos, pueden contaminarlos. Cuando alguien más toca estas superficies u objetos contaminados y luego se toca la cara (ojos, nariz o boca), puede infectarse con la enfermedad.
Lavarse las manos con agua y jabón puede eliminar estos agentes infecciosos de las manos y reducir el riesgo de propagación de la enfermedad. El jabón ayuda a disolver los lípidos (grasas) que rodean a muchas bacterias y virus, lo que facilita su eliminación. El agua ayuda a enjuagar el jabón y los gérmenes restantes.
Lavarse las manos es especialmente importante en entornos sanitarios, donde existe un alto riesgo de infección. Los trabajadores de la salud deben lavarse las manos con frecuencia para evitar la propagación de infecciones entre los pacientes y el personal.
Lavarse las manos regularmente también es importante en la vida cotidiana para ayudar a prevenir la propagación de enfermedades transmisibles. Se recomienda lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de toser o estornudar, después de ir al baño y antes de comer o manipular alimentos. Siguiendo estos sencillos pasos, podemos ayudar a protegernos a nosotros mismos y a los demás de enfermedades transmisibles.