¿Por qué es mucho más probable que las cepas encapsuladas causen enfermedades que las que no producen una cápsula?
Adhesión y colonización: La cápsula juega un papel crucial para ayudar a las bacterias a adherirse y colonizar los tejidos del huésped. Los polisacáridos presentes en la cápsula actúan como ligandos que se unen a receptores específicos de las células huésped, lo que permite que las bacterias se adhieran y establezcan una infección. Las bacterias encapsuladas están mejor equipadas para colonizar y multiplicarse dentro del huésped, lo que aumenta el riesgo de enfermedad.
Protección contra la fagocitosis: La fagocitosis es un mecanismo de defensa vital del sistema inmunológico, donde células especializadas fagocitan y destruyen partículas extrañas, incluidas las bacterias. La cápsula protege a las bacterias encapsuladas para que no sean reconocidas y fagocitadas por las células fagocíticas. Sin una fagocitosis eficaz, la infección bacteriana puede persistir y propagarse dentro del huésped.
Evasión inmune: La cápsula ayuda a las bacterias encapsuladas a evadir el reconocimiento y la detección inmunitaria. Los polisacáridos de la cápsula interfieren con la unión de anticuerpos y proteínas del complemento a la superficie bacteriana, lo que obstaculiza la capacidad del sistema inmunológico para generar una respuesta inmunitaria eficaz. Esto permite que las bacterias encapsuladas escapen a la vigilancia inmunológica y sigan causando enfermedades.
Formación de biopelículas: Las bacterias encapsuladas son más competentes en la formación de biopelículas, que son comunidades estructuradas de bacterias adheridas a una superficie. Las biopelículas proporcionan un entorno protector para las bacterias, protegiéndolas de los antibióticos y de las defensas inmunitarias del huésped. La formación de biopelículas está asociada con infecciones crónicas y recurrentes, que son notoriamente difíciles de tratar.
Toxigenicidad: Las bacterias encapsuladas también pueden producir toxinas que contribuyen a la gravedad de la enfermedad. La cápsula ayuda a proteger a las bacterias de los efectos nocivos de las toxinas que producen, permitiéndoles acumularse y causar daños más extensos a los tejidos del huésped.
En general, la cápsula proporciona a las bacterias encapsuladas varias ventajas que facilitan su capacidad para causar enfermedades. La adhesión, la protección contra la fagocitosis, la evasión inmune, la formación de biopelículas y la toxigenicidad asociadas con las cepas encapsuladas las hacen significativamente más propensas a causar enfermedades en comparación con las cepas no encapsuladas.