¿Qué es una adicción psicológica?

La adicción psicológica, también conocida como adicción conductual o adicción no a sustancias, es un tipo de adicción que no implica el uso de drogas o alcohol. En cambio, implica conductas o actividades que brindan a la persona una sensación de recompensa, placer o alivio, pero que pueden volverse compulsivas e interferir con la vida de una persona.

A diferencia de las adicciones a sustancias, las adicciones psicológicas no afectan directamente la química o la fisiología del cuerpo, pero pueden conducir a patrones de comportamiento similares, que incluyen:

- Participación compulsiva en el comportamiento o actividad.

- Pérdida de control sobre el comportamiento o actividad.

- Dificultad para detener el comportamiento o actividad a pesar de las consecuencias negativas.

- Participación continua en el comportamiento o actividad a pesar del daño a uno mismo o a otros.

- Síntomas de abstinencia o antojos cuando no se realiza la conducta o actividad

Algunos ejemplos comunes de adicciones psicológicas incluyen:

- Adicción al juego

- adicción a Internet

- Adicción al juego

- adicción al sexo

- Adicción al trabajo

- Adicción a las compras

- Trastorno por atracón

- ejercicio compulsivo

Estos comportamientos pueden proporcionar un escape temporal del estrés o de los sentimientos desagradables, pero en última instancia pueden provocar problemas en diversos aspectos de la vida de una persona, como sus relaciones, el trabajo o la escuela, y su salud física y mental.

Las adicciones psicológicas pueden ser tan graves como las adicciones a sustancias y pueden causar angustia y deterioro significativos en la vida de una persona. El tratamiento de la adicción psicológica suele implicar una combinación de terapia, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) o grupos de apoyo, y cambios en el estilo de vida para abordar los problemas subyacentes y desarrollar mecanismos de afrontamiento más saludables.