¿Qué es una prueba de audición?
Durante una prueba de audición, un audiólogo o un profesional de la salud auditiva capacitado utiliza equipos especializados para presentar sonidos al individuo a través de auriculares o parlantes. Se le pide al individuo que indique cuándo puede escuchar un sonido o percibir una diferencia en la intensidad o el tono del sonido.
Los resultados de una prueba de audición se presentan como un audiograma, que es un gráfico que muestra los umbrales de audición del individuo en diferentes frecuencias. Un audiograma ayuda a los profesionales a evaluar las capacidades auditivas y hacer recomendaciones para estrategias de manejo adecuadas, como audífonos, dispositivos de asistencia o intervenciones médicas adicionales si es necesario.
Las pruebas de audición se realizan comúnmente como parte de chequeos de rutina o cuando las personas experimentan síntomas que sugieren pérdida de audición, como dificultad para escuchar conversaciones, habla apagada o poco clara, o necesidad de subir el volumen de dispositivos electrónicos. También se pueden realizar con fines específicos, como exámenes previos al empleo, monitorear los efectos de ciertos medicamentos o condiciones médicas en la audición, o evaluar la aptitud para ciertas actividades (por ejemplo, el servicio militar).
Es importante tener en cuenta que las pruebas de audición son una herramienta esencial para la detección temprana y el tratamiento de la pérdida auditiva, especialmente en los casos en que la pérdida auditiva es gradual y es posible que la persona afectada no la note de inmediato. Se recomiendan pruebas de audición periódicas para personas con riesgo de pérdida auditiva, como aquellas expuestas a ruidos fuertes o ciertos riesgos laborales, y como parte del control general de la salud a medida que las personas envejecen.