Si bien las ojeras pueden ser causadas por una variedad de factores, que incluyen la genética, el envejecimiento, la falta de sueño y el estrés, no suelen ser indicativos de problemas renales. Sin embargo, si las ojeras van acompañadas de otros síntomas como hinchazón, dolor o cambios en la producción de orina, puede valer la pena consultar a un médico para descartar cualquier afección médica subyacente.