Los ojos amarillos o ictericia son causados por una acumulación de bilirrubina, un pigmento amarillo que se produce cuando se descomponen los glóbulos rojos. La ictericia puede ser un signo de enfermedad hepática, obstrucción de las vías biliares o ciertos trastornos sanguíneos. En los recién nacidos, la ictericia es común y generalmente desaparece por sí sola en unas pocas semanas. Sin embargo, si la ictericia persiste o aparece en un adulto, es importante acudir al médico para determinar la causa y recibir tratamiento.