¿Qué pasa si tienes una uña entera pero se te cae la mitad?
- Recortar y limar la uña del pie afectada. Utilice un cortaúñas limpio para recortar la parte suelta de la uña del pie lo más cerca posible de la piel. Tenga cuidado de no cortar la piel ni dañar el lecho ungueal. Utilice una lima de uñas para alisar suavemente los bordes de la uña restante.
- Aplicar una pomada antibacteriana. Después de recortar la uña del pie, aplique una fina capa de ungüento antibacteriano en el lecho ungueal expuesto. Esto ayudará a prevenir infecciones.
- Proteger la uña del pie con una venda. Cubra la uña del pie afectada con una venda esterilizada para protegerla de mayores daños e infecciones. Cambie el vendaje con regularidad, especialmente si se moja o se ensucia.
- Monitorear la uña afectada. Vigile la uña del pie afectada y busque cualquier signo de infección, como enrojecimiento, hinchazón, dolor o secreción. Si nota algún signo de infección, consulte a un médico de inmediato.
- Evitar ejercer presión sobre la uña del pie afectada. Use zapatos cómodos que no ejerzan presión sobre la uña afectada. Evite actividades que ejerzan presión sobre la uña del pie, como correr o saltar.
Consejos adicionales:
- No intentes quitar toda la uña del pie tú mismo. Si se cae toda la uña del pie, lo mejor es acudir al médico para que la extraiga correctamente. Intentar quitarse la uña del pie usted mismo puede provocar una infección o daños mayores en el lecho ungueal.
- Ten paciencia. Una nueva uña del pie puede tardar varios meses en volver a crecer. Durante este tiempo, es importante cuidar el dedo afectado y evitar cualquier actividad que pueda causar daños mayores.
- Si la uña del pie afectada le causa dolor o malestar significativo, es posible que desee consultar a un médico para analizar las opciones de tratamiento. El médico puede recomendar medicamentos para aliviar el dolor y prevenir infecciones, o puede sugerir la extirpación quirúrgica de la uña del pie afectada.