¿Por qué no se recomienda lavarse el cabello con jabón?

Si bien el jabón técnicamente puede limpiar el cabello, generalmente no se recomienda por varias razones:

Alta alcalinidad: La mayoría de los jabones tienen un nivel de pH alto, lo que los vuelve alcalinos. Esta alcalinidad puede despojar al cabello de sus aceites naturales, dejándolo seco, encrespado y propenso a romperse. El pH natural del cabello y el cuero cabelludo es ligeramente ácido y el uso de un jabón con un pH alto puede alterar este delicado equilibrio.

Limpieza intensa: Los jabones están diseñados para eliminar la suciedad y la mugre de forma eficaz. Sin embargo, sus fuertes agentes limpiadores pueden ser demasiado duros para el cabello y el cuero cabelludo. Esto puede provocar sequedad excesiva, irritación y aumento de la sensibilidad del cuero cabelludo.

Acumulación: El jabón puede dejar residuos en el cabello, lo que resulta en una acumulación que lo apelmaza y lo hace sentir opaco y sin vida. Los jabones carecen de los agentes acondicionadores que tienen los champús para contrarrestar estos efectos.

Pobre espuma: Los jabones no hacen buena espuma en agua dura, que se encuentra comúnmente en muchas áreas. La falta de espuma dificulta la distribución uniforme del jabón por el cabello, lo que provoca una limpieza desigual.

Aburrimiento: Los jabones pueden quitarle el brillo natural al cabello, dejándolo sin brillo y sin brillo. La dura acción limpiadora del jabón elimina los aceites esenciales que contribuyen al brillo del cabello.

Irritación del cuero cabelludo: El alto pH de los jabones puede provocar irritación y sequedad en el cuero cabelludo. Esto puede provocar picazón, descamación y malestar. Las personas con cuero cabelludo sensible o afecciones cutáneas como eccema o psoriasis deben evitar el uso de jabones en el cabello.

Enredos: El jabón puede contribuir a que se enrede, lo que dificulta peinarse o cepillarse el cabello.

Por estos motivos, generalmente se recomienda utilizar champús específicamente formulados para el cuidado del cabello. Los champús están diseñados con un nivel de pH más cercano a la acidez natural del cabello y el cuero cabelludo, y contienen agentes acondicionadores para ayudar a mantener la salud y la manejabilidad del cabello.