Tiemblas mientras tienes amigdalitis aguda ¿por qué?

Durante una infección de amigdalitis aguda, el sistema inmunológico del cuerpo genera una respuesta para combatir las bacterias o virus invasores. Como parte de esta respuesta, el cuerpo libera sustancias químicas llamadas pirógenos, que restablecen el "termostato" del cuerpo a una temperatura más alta. Esto provoca una elevación de la temperatura corporal, conocida como fiebre.

El aumento de la temperatura corporal es un mecanismo de protección destinado a crear un entorno desfavorable para los patógenos. Las temperaturas más altas pueden inhibir el crecimiento y la replicación de muchos microorganismos. Además, el aumento de temperatura mejora la actividad de las células inmunitarias, como los glóbulos blancos, que desempeñan un papel crucial en la lucha contra la infección.

Cuando el cuerpo aumenta rápidamente su temperatura para combatir la infección, puede provocar una sensación de escalofríos. Estos escalofríos son provocados por el intento del cuerpo de generar calor y devolver la temperatura corporal central al nuevo punto de ajuste más alto.

Temblar es un reflejo natural que ayuda al cuerpo a producir calor. Cuando los músculos se contraen y relajan rápidamente, generan calor como subproducto. Esta producción de calor ayuda a elevar la temperatura corporal general y contribuye a la respuesta de la fiebre.

Además, durante la amigdalitis aguda, la inflamación de las amígdalas y los tejidos circundantes puede provocar malestar, dolor y dificultad para tragar. Estos síntomas, combinados con fiebre y escalofríos, contribuyen al malestar general asociado con la infección.

Es importante tener en cuenta que la presencia de fiebre y escalofríos no necesariamente indica una infección grave. Sin embargo, si los síntomas persisten o empeoran, es fundamental consultar a un profesional de la salud para una evaluación y tratamiento adecuados de la amigdalitis aguda.