¿Cuál es el pH de la sangre después de un infarto?

Después de un ataque cardíaco, el pH de la sangre puede cambiar según varios factores, incluida la gravedad y la ubicación del ataque, así como la salud general del individuo y la respuesta al evento. En términos generales, un infarto puede provocar cambios en el pH de la sangre por los siguientes motivos:

1. Acumulación de ácido láctico :Durante un ataque cardíaco, el suministro de sangre al músculo cardíaco (miocardio) se reduce o bloquea gravemente, lo que provoca una falta de oxígeno y fuentes de energía. Como resultado, las células del músculo cardíaco cambian al metabolismo anaeróbico, que produce ácido láctico como subproducto. Esta acumulación de ácido láctico en el torrente sanguíneo puede provocar acidemia, lo que provoca un pH sanguíneo más bajo (más ácido).

2. dificultad respiratoria :Un ataque cardíaco también puede causar dificultad respiratoria, ya que se ve comprometida la capacidad del corazón para bombear sangre oxigenada a los pulmones y facilitar el intercambio de gases. Esto puede provocar hipoxemia, donde disminuyen los niveles de oxígeno en el torrente sanguíneo. Cuando el suministro de oxígeno del cuerpo es insuficiente, puede compensarlo aumentando la frecuencia y la profundidad de la respiración para traer más oxígeno. Sin embargo, si esta compensación respiratoria es inadecuada, puede producirse la acumulación de dióxido de carbono (CO2), lo que produce acidosis respiratoria y reduce aún más el pH sanguíneo.

3. Choque cardiogénico :En casos graves, un ataque cardíaco puede progresar hasta convertirse en un shock cardiogénico, una afección potencialmente mortal en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo. Esto puede provocar insuficiencia multiorgánica, incluida disfunción renal. La función renal deteriorada compromete la capacidad del cuerpo para mantener el equilibrio ácido-base y regular el pH, lo que puede causar acidosis metabólica.

Por tanto, el pH de la sangre después de un infarto puede variar según el estado de salud del individuo y la gravedad del evento cardiovascular. Es importante que los profesionales médicos controlen de cerca los niveles de pH de la sangre y tomen las medidas adecuadas para corregir cualquier anomalía a fin de garantizar el funcionamiento óptimo de los órganos y favorecer la recuperación de un ataque cardíaco.