El pulso más fuerte que se siente en un vaso sanguíneo es el pulso carotídeo, que se encuentra en el cuello. Este pulso se crea por la expansión de la arteria carótida, que es una de las principales arterias que suministra sangre al cerebro. El pulso carotídeo se puede sentir colocando dos dedos al costado del cuello, justo debajo de la mandíbula.