¿Cuáles son las contraindicaciones para las aplicaciones de calor?

Las aplicaciones de calor no deben usarse en las siguientes situaciones:

1. Inflamación aguda: El calor puede empeorar la inflamación y aumentar la hinchazón, el dolor y el daño tisular.

2. Infecciones de la piel o heridas abiertas: El calor puede promover el crecimiento y la propagación de bacterias, provocando infecciones.

3. Problemas circulatorios: El calor puede hacer que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que provoca un aumento de sangrado y hematomas en personas con determinadas afecciones circulatorias.

4. Enfermedad cardíaca: El calor puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que ejerce una presión adicional sobre el corazón.

5. Embarazo: El calor puede aumentar el riesgo de defectos de nacimiento y abortos espontáneos en mujeres embarazadas.

6. Diabetes: El calor puede hacer que los niveles de azúcar en sangre fluctúen, lo que dificulta que las personas con diabetes controlen su afección.

7. Trastornos del sistema nervioso: El calor puede afectar el sistema nervioso, provocando confusión, mareos o desmayos.

8. Cáncer: El calor puede estimular el crecimiento de ciertos tipos de células cancerosas.

9. Quemaduras de sol: El calor puede empeorar las quemaduras solares y causar más daño a la piel.

10. Áreas con mala circulación: El calor puede dañar los tejidos que tienen mala circulación, provocando roturas de la piel e infecciones.