Cómo controlar el sangrado
1. Seguridad personal
- Asegúrese de su propia seguridad antes de asistir a alguien que esté sangrando. Use guantes para protegerse del contacto con la sangre.
2. Evalúe el sangrado:
- Verifique la ubicación y la gravedad del sangrado. Los cortes y rasguños menores a menudo se pueden tratar con primeros auxilios en el hogar, mientras que el sangrado severo puede requerir atención médica inmediata.
3. Presión directa:
- Aplicar presión directa sobre la herida sangrante utilizando un paño, gasa o vendaje limpio. Presione firmemente y mantenga la presión hasta que se detenga el sangrado.
4. Eleve el área:
- Si el sangrado es de una extremidad (brazo o pierna), elevarla por encima del nivel del corazón. Esto ayuda a reducir el flujo sanguíneo al área y puede retardar o detener el sangrado.
5. Limpiar la herida:
- Una vez que se haya detenido el sangrado, limpie suavemente la herida con agua y jabón para eliminar la suciedad o los restos. No frotes la herida ya que esto puede causar más lesiones.
6. Aplique un vendaje estéril:
- Cubrir la herida con una venda esterilizada para protegerla de infecciones. Asegúrese de que el vendaje no esté demasiado apretado o podría impedir el flujo sanguíneo y causar lesiones adicionales.
7. Vigile la herida:
- Esté atento a la herida para detectar signos de infección, como aumento del dolor, hinchazón, enrojecimiento o secreción de la herida. Si se produce algún signo de infección, busque atención médica de inmediato.
8. Busque atención médica:
- Busque atención médica inmediata si el sangrado es intenso, no se detiene con la presión directa o si la herida es profunda o grande. También debes buscar ayuda médica si te preocupa la ubicación de la herida, como cerca del ojo o la garganta, o si la herida fue causada por un objeto sucio o potencialmente infectado.
9. Cuidado adecuado:
- Mantener la herida limpia, seca y cubierta con una venda para favorecer la cicatrización. Siga las instrucciones proporcionadas por su médico o proveedor de atención médica con respecto al cuidado de las heridas y cualquier seguimiento necesario.
Recuerde, estas son pautas generales para controlar el sangrado. Es importante buscar asesoramiento médico profesional si el sangrado es intenso o si no está seguro de cómo tratar adecuadamente la lesión.