¿Cómo o por qué se llamó así a la hemofilia?
Históricamente, la hemofilia se clasificó en dos tipos principales según la deficiencia específica del factor de coagulación responsable del trastorno hemorrágico. Se descubrió que la hemofilia A surgía de una deficiencia en el factor VIII de coagulación, mientras que la hemofilia B se caracterizaba por una falta de factor IX de coagulación. Estos subtipos aclararon aún más las distintas mutaciones genéticas responsables de cada tipo de hemofilia. Hoy en día, los términos hemofilia A y hemofilia B se utilizan más comúnmente para referirse a estos trastornos hemorrágicos que el término amplio "hemofilia".