¿Qué sucede cuando la presión intraalveolar excede la presión atmosférica?
1. Sobreinsuflación alveolar: El aumento de presión hace que los alvéolos se inflen demasiado, lo que produce una afección conocida como enfisema. Los alvéolos demasiado estirados pierden su elasticidad, lo que provoca daños permanentes y dificultad para el intercambio de gases.
2. Atrapamiento de aire: La presión positiva en las vías respiratorias dificulta la espiración normal del aire de los pulmones. Esto provoca atrapamiento de aire, donde el aire viejo permanece en los alvéolos, lo que reduce el volumen de aire fresco que puede entrar durante la inspiración.
3. Aumento del trabajo respiratorio: Superar la presión elevada requiere más esfuerzo por parte de los músculos respiratorios, lo que lleva a un mayor trabajo respiratorio. Esto puede ejercer presión sobre el sistema respiratorio y causar dificultad respiratoria.
4. Barotrauma: La presión positiva extrema en las vías respiratorias puede causar barotrauma:daño al tejido pulmonar debido a la sobrepresión. Esto puede provocar afecciones como neumotórax (pulmón colapsado) o neumomediastino (aire en el mediastino).
5. Atelectasia: En ciertos casos, la presión positiva en las vías respiratorias puede provocar atelectasia (colapso o cierre de los alvéolos pulmonares). Esto ocurre cuando la presión dentro de los alvéolos cae por debajo de la presión atmosférica, provocando su colapso.
La presión positiva en las vías respiratorias puede surgir debido a varios factores, incluida la ventilación mecánica, enfermedades pulmonares obstructivas (por ejemplo, asma, EPOC) o ciertos procedimientos médicos. Por tanto, comprender y gestionar la presión intraalveolar es fundamental en medicina respiratoria para prevenir complicaciones y garantizar un intercambio gaseoso adecuado.