Los médicos no suelen sumergir los termómetros en líquido antes de usarlos. Algunos termómetros, especialmente los que se usan para medir la temperatura corporal, pueden tener una cubierta para sonda o una cubierta para sonda desechable que se retira antes de su uso. Esto ayuda a prevenir la propagación de gérmenes e infecciones. Los médicos también pueden usar toallitas desinfectantes u otros métodos para limpiar la sonda del termómetro antes y después de cada uso.