El término "hipertensión secundaria" describe la hipertensión crónica causada por un problema médico diferente. Ocurre cuando una afección médica subyacente, como una enfermedad renal, ciertos desequilibrios hormonales o el estrechamiento de las arterias que suministran sangre a los riñones, provoca presión arterial alta. A diferencia de la hipertensión primaria, que no tiene una causa identificable, la hipertensión secundaria puede controlarse o potencialmente curarse tratando el problema médico subyacente.