No existe ningún vínculo entre el número de parejas sexuales y el aumento de las probabilidades de transmisión del VIH per se. El riesgo de contraer la enfermedad está determinado principalmente por la presencia del virus VIH en la pareja sexual y la ausencia de una protección adecuada durante las relaciones sexuales, como el uso de condones o la práctica de sexo seguro.