Las personas con SIDA no tienen una mayor cantidad de glóbulos blancos. De hecho, normalmente tienen una cantidad reducida de glóbulos blancos, lo que los hace más susceptibles a las infecciones. La enfermedad que causa el SIDA se llama VIH (virus de inmunodeficiencia humana). El VIH ataca y destruye los glóbulos blancos, que forman parte del sistema inmunológico del cuerpo. Esto debilita la capacidad del cuerpo para combatir infecciones y puede provocar enfermedades graves e incluso la muerte.