Generalmente se considera que el período de ventana promedio para el VIH es de 3 a 6 semanas, aunque en algunos casos puede ser más corto o más largo. Esto significa que pueden pasar hasta 6 semanas después de la exposición al virus para que los anticuerpos se desarrollen y sean detectables en un análisis de sangre. Durante el período de ventana, es posible que una persona infectada no se dé cuenta de que es portadora del virus y aún pueda transmitirlo a otras personas.