¿Qué causa los niveles bajos de monocitos?
1. Trastornos de la médula ósea: Los monocitos se originan en la médula ósea. Por lo tanto, cualquier trastorno que afecte la función de la médula ósea, como la leucemia, los síndromes mielodisplásicos o la anemia aplásica, puede provocar niveles bajos de monocitos.
2. Sepsis e infecciones: Las infecciones abrumadoras, como la sepsis, o ciertas infecciones virales y bacterianas como la brucelosis o la tuberculosis, pueden provocar una disminución en la producción de monocitos.
3. Enfermedades autoinmunes: Algunas afecciones autoinmunes, como la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico, pueden hacer que el sistema inmunológico ataque y destruya los monocitos.
4. Corticosteroides y quimioterapia: Ciertos medicamentos, especialmente los corticosteroides en dosis altas y los fármacos de quimioterapia, pueden suprimir temporalmente la función de la médula ósea, lo que provoca recuentos bajos de monocitos.
5. Condiciones Congénitas: Los trastornos genéticos raros, como el síndrome de Chediak-Higashi o el síndrome de Wiskott-Aldrich, pueden causar niveles bajos de monocitos desde el nacimiento.
6. Esplenomegalia: Un bazo agrandado (esplenomegalia) puede secuestrar y atrapar monocitos, lo que provoca recuentos bajos en el torrente sanguíneo.
7. Cirrosis hepática: La enfermedad hepática avanzada, como la cirrosis, puede afectar la producción y liberación de monocitos.
8. VIH/SIDA: La infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) puede dañar la médula ósea y afectar la producción de monocitos.
Es importante tener en cuenta que los recuentos bajos de monocitos suelen ser consecuencia de una afección médica subyacente. Si tienes monocitopenia persistente, consulta con tu médico para una evaluación y diagnóstico adecuado para determinar la causa.