¿Cómo se trata la agammaglobulinemia?

El tratamiento para la agammaglobulinemia puede incluir:

Reemplazo de inmunoglobulinas: La inmunoglobulina intravenosa (IgIV) es el tratamiento estándar para la agammaglobulinemia. La IgIV proporciona al cuerpo los anticuerpos que necesita para combatir las infecciones. Se administra cada dos a cuatro semanas.

Antibióticos: Se pueden recetar antibióticos para prevenir o tratar infecciones.

Trasplante de médula ósea: En algunos casos, puede ser necesario un trasplante de médula ósea. Esto implica tomar células madre sanas de un donante y trasplantarlas al cuerpo del paciente.

Otros medicamentos: Se pueden recetar otros medicamentos, como los corticosteroides, para reducir la inflamación y mejorar la función inmune.

Atención médica habitual: Las personas con agammaglobulinemia deben someterse a controles médicos periódicos para controlar su estado y detectar cualquier complicación.